"An interior world to discover"
miércoles, 8 de agosto de 2012
Memoria conceptual de la obra de Om Barbarà
El ser humano es intuición y razón, conciencia e instinto. Tener conciencia de lo que somos, sabernos sujetos, requiere diferenciar entre lo que sentimos y lo que pensamos, Ser y la facultad de razonar, Humano. El Ser es el alma, el corazón, la intuición, la conciencia, el sentimiento que definida en nuestro interior y que fluye más allá de la racionalidad. Nos descubre nuestra singularidad, es el conocimiento directo sin la intervención del razonamiento. El Humano es la racionalidad, la facultad de comprender. Entiendo el individuo como el Alma atrapada dentro de un cuerpo que piensa. Por todo ello, mi proyecto se titula: el Humano en busca del Ser.
Mi obra quiere contemplar el interior del Humano, el Ser. En ella proyecto mi inquietud, mi pensamiento más íntimo: el Sentimiento, la actitud mental que se encuentra en el interior y que diferencio tanto del propio pensamiento como de las emociones que son una reacción externa. Hago referencia a la metafísica, a la poesía reflexiva y a la espiritualidad contenida. Mi principal preocupación es ser fiel a mí mismo, fiel a lo que siento. Quiero expresarme con el Alma entendida como principio vital, como conciencia diferenciada de la razón. Saber lo que sientes, para sentir lo que piensas, para sentir lo que haces.
Hay una forma más inteligente de razonar que la puramente cerebral, la que sale del corazón y que está relacionada con nuestra esencia, el Alma, la intuición, el Ser que somos. El solo hecho de darnos cuenta sería un buen comienzo para evolucionar hacia una conciencia colectiva más solidaria. La falta de empatía del individuo consigo mismo, con su entorno o la naturaleza que lo rodea, pueden ser la causa del declive que estamos sufriendo actualmente. Necesitamos reencontrarnos como Seres. Si no puedes cambiar el mundo que el mundo no te cambie a ti. Es tu tiempo, la hora de tu conciencia, la hora de tocar el Alma!
En mi obra los colores tienen un sentido específico: el color azul representa el mundo profundo del sentimiento, de la esencia del Ser y del Alma, el color verde refleja el pensamiento, la parte mental del humano, la capacidad de razonar; el color rojo es la parte física, el instinto, el más primitivo y animal, el de la supervivencia y los principios básicos de cualquier Ser vivo de esta tierra, y el color amarillo es la luz, el energía, la vida.
La crítica dice: "Cabe destacar que la suya es una obra recentísima, espontánea y fresca. Original. El leiv motiv de las composiciones es la silueta de la figura humana para dar la idea de Alma. Una silueta que el autor recorta, encola y resalta sobre un fondo rico de texturas y colores. Aunque la forma esquemática y el color indefinido del personaje acentúa la idea de aislamiento, no deja de transmitirnos júbilo. El sol, su luz o el amarillo, como metáfora, están presentes. Es raro el cuadro en el que no aparezca este color, algunas veces, concretándose en los ojos o al cabo de ese individuo. Por lo tanto, el aislamiento contrastado con la vivacidad del color nos evoca la esperanza. Podemos adivinar que la figura en cuestión es el autor mismo absorto con sus meditaciones. En definitiva, una creación, de este artista, que no se somete a los intereses del mercado, ni quiere seguir las modas imperantes. Esta es una obra sin mimetismos. Tal cual. "
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